El yoga es una disciplina física y mental que tiene como objetivo fortalecer el espíritu mediante la práctica de las asanas. Su origen se remonta en la India hace miles de años, pero se ha extendido hasta occidente por tratarse de un acondicionamiento que tiene grandes resultados en el equilibrio, flexibilidad y contracción de los músculos debido a las posturas en las rutinas para principiantes.
Algunos de los beneficios que se mencionan más a menudo es que ayuda a relajarse, mejora la confianza, aumenta la coordinación y ayuda a la digestión de los alimentos. Para los principiantes que buscan ingresar en la disciplina los instructores recomiendan rutinas en casa para ayudarlos a familiarizarse con los términos.
En ocasiones no disponemos tiempo destinado a realizar nuestras actividades de recreación en centros especializados, por el contrario, preferimos quedarnos en la comodidad de nuestra habitación para empezar a practicar durante media hora las posturas más sencillas que nos permiten ser más conscientes de nuestro cuerpo.
¿Qué es el yoga?
Yoga es una práctica que busca conectar el cuerpo, la mente y el espíritu, hay indicios de que tiene un efecto positivo para la espalda y el sistema nervioso en general. Forma parte de una tradición del hinduismo, hay registros de libros milenarios que hablan sobre las prácticas de respiración, meditación y purificación del alma que hasta el día de hoy se siguen practicando.
Las sesiones de yoga suelen durar una hora en las que se ejecutan posturas armónicas con la respiración, en un principio resulta complicado para el cuerpo acostumbrarse al acondicionamiento físico. Por ello, para los principiantes hay un calentamiento llamado ‘Saludo al Sol’ que tiene como objetivo preparar al cuerpo.
Posturas de yoga para principiantes
Recuerda llevar ropa cómoda y pegada al cuerpo para que te resulte más sencillo poner en práctica algunas de estas posiciones en un tapete lo suficientemente grueso para proteger tus rodillas de los moretones e impacto contra el suelo.
Postura de gato
Al iniciar con la rutina tienes que empezar a ser consiente de tus propias respiraciones, el abdomen es el centro de todo tu cuerpo y necesita prepararse. La posición inicial de la asana es colocarte sobre la manta de rodillas, colocar tus manos de tal forma que sirvan como soporte, mantener la mirada al frente y respiran hondo para empujar el vientre hacia afuera. Recuerda no arquear mucho la espalda y repite el mismo procedimiento 5 veces.
Postura de perro hacia arriba
Este ejercicio es una transición para llegar hacia el perro mirando abajo, empuja las manos hacia enfrente hasta que los antebrazos descansen sobre el tapete, tus glúteos deben de estar apuntando hacia arriba y las piernas tienen que formar un ángulo de 90 grados. Mantén el cuello recto con tu columna vertebral.
Postura de perro hacia abajo
Coloca los dedos de los pies en el suelo, empuja las caderas hacia arriba hasta que tengas la sensación de tener las piernas y brazos completamente estirados. Al final de la posición puedes notas que tu cuerpo adopta una forma de V invertida, hasta que hayas realizado el ejercicio en repetidas ocasiones seguirás con la presión en la cabeza.
Mano a pie
Desde la postura del perro mirando hacia abajo lleva tus manos a tus pies caminando lentamente hasta el centro del tapete, las piernas no tienen que estar completamente rectas y tienes que asegurarte de mantener la espalda recta en sincronía con tu cuerpo, mantén la posición durante 5 respiraciones antes de seguir con la transición.
Postura de montaña
Luego de tocar la punta de tus pies endereza todo cuerpo hasta quedar completamente recto, estira tus manos hacia al cielo para culminar con las asanas. La posición de los pies debe ser separados al ancho de la cadera y debes tener la sensación que nadie tiene la suficiente fuerza para moverte de tu lugar.
Al culminar con las transiciones, los instructores de yoga recomiendan recostarse completamente en el tapete para respirar profundamente y agradecer a tu cuerpo por la hazaña que logró en la rutina.