El yoga es una disciplina asiática que tiene como principal objetivo mantener la salud mental mediante los ejercicios orientados a reducir los niveles de ansiedad causados por una rutina diaria, así como controlar los ataques de pánico. Añádelos a tu próxima sesión para calmar los pensamientos negativos.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, la ansiedad se puede describir como un sentimiento de miedo intenso resultado de una reacción normal a los niveles de estrés. Sin embargo, hay individuos que sufren de un trastorno crónico que requiere de atención psicológica para tratarlo con efectividad.
Es importante acudir con un médico especialista en temas de salud antes de sustituir un tratamiento con ejercicios. El yoga puede ayudar a relajar la mente mediante un proceso de meditación que se realiza antes y después de la rutina, pero no podría tener los mismos efectos que hablar con un profesional de la salud.
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¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es el miedo, inquietud o temor a determinadas situaciones de estrés. Los síntomas de padecer un trastorno de ansiedad pueden llegar a interferir con la rutina diaria, ocasionando constantes palpitaciones, manos sudorosas y dificultades para dormir. Acude con un médico para que emita un diagnóstico.
¿Qué son los ataques de pánico?
Según la información de Mayo Clinic se pueden definir los ataques de pánico como un episodio repentino de miedo intenso que aparece sin razón aparente, ocasionando reacciones físicas. Algunas de las señales que indican que tienes un ataque son palpitaciones excesivas, miedo a perder el control y sensación de desvanecimiento.
Ejercicios que te ayudarán a controlar los ataques de pánico y la ansiedad
Antes de practicar cualquier postura de yoga es recomendable usar ropa cómoda, pegada al cuerpo y un tapete para evitar que las rodillas se estresen por el contacto con el suelo. No es necesario emplear accesorios para realizarlos, recuerda preparar tu cuerpo con algunos estiramientos.
Postura del cadáver
Al comienzo del ejercicio, toma conciencia sobre tu cuerpo para controlar los ataques de pánico, colócate sobre el tapete asegurando que no haya objetos cerca y cierra los ojos con el objetivo de entrar en meditación. Siente cómo tus pulmones se llenan de aire y exhala con fuerza, siempre poniendo atención en la respiración.
Postura del niño
Muchas veces cuando estamos atravesando una gran ansiedad es posible que no tengamos la paciencia de colocar un tapete. Por ello, esta postura la podrás realizar desde la comodidad de tu cama, comienza por colocar las piernas por debajo de tu cuerpo y estar los brazos por encima de tu cabeza hasta lograr que tu frente quede contra la superficie.
Postura del gato
Al igual que la postura anterior, la podrás realizar en cualquier parte de tu casa, consiste en colocarte en la posición de la mesa para ir avanzando hasta el gato con el encorvamiento de la espalda que se logra contrayendo el abdomen como si trataras de llevar tu ombligo hacia tu pecho. Mantén los brazos completamente estirados, flexiona las rodillas y coloca la cabeza boca abajo.
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