Empezaron las épocas de calor, con ella, una gran cantidad de niños que sufren golpes de calor. Esto, en la mayoría de las veces puede ser evitado, es por eso que te traemos varios consejos para evitarlo y ayudar a tus hijos a sentirse mejor. Recordemos que las temperaturas cada vez van subiendo más y es mejor prevenir.
El golpe de calor es una emergencia médica que ocurre cuando la temperatura corporal aumenta a niveles peligrosos (más de 40°C) debido a la exposición prolongada al calor o al ejercicio físico intenso en ambientes calurosos. Los niños son especialmente vulnerables a este problema debido a que su sistema de regulación de la temperatura aún no está completamente desarrollado.
¿Cómo prevenir el golpe de calor en niños?
Hidratación:
Es crucial ofrecer a los niños agua fresca y segura con regularidad, incluso si no la solicitan activamente, como medida preventiva contra el golpe de calor. Es importante evitar las bebidas azucaradas o con cafeína, ya que estas pueden contribuir a la deshidratación. Además, durante los días calurosos, se recomienda amamantar a los bebés con mayor frecuencia para garantizar una hidratación adecuada y protegerlos de los efectos adversos del calor.
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Vestimenta:
Vestirlos con ropa ligera y holgada de colores claros ayuda a mantenerlos frescos al permitir una mejor circulación de aire alrededor de sus cuerpos. Además, el uso de sombreros y gorras proporciona una protección adicional al resguardar la cabeza del sol directo, reduciendo así el riesgo de golpes de calor.
También puedes aplicar protector solar con un factor de protección solar (FPS) de 30 o más en las áreas expuestas de la piel ayuda a prevenir quemaduras solares y protege la piel de los daños causados por la exposición prolongada al sol.
Entorno:
Evitar estar al aire libre durante las horas más calurosas del día, especialmente entre las 10:00 y las 16:00. En su lugar, es recomendable buscar lugares con sombra para jugar o descansar, lo que proporciona un refugio contra los rayos directos del sol y ayuda a mantener una temperatura corporal más fresca. Asimismo, se aconseja evitar el ejercicio físico intenso en climas cálidos para reducir el riesgo de sobrecalentamiento y agotamiento.
¿Cómo se que mi hijo tiene un golpe de calor?
- Fiebre alta: La temperatura corporal del niño es superior a 40°C además de presentar piel caliente y enrojecida.
- Cambios en el comportamiento: Irritabilidad, confusión o somnolencia. En el caso de los bebés, el llanto inconsolable. Otro síntoma son los dolores de cabeza o mareos.
- Signos de deshidratación: Boca y lengua secas, ojos hundidos y poca o ninguna orina.
En caso de sospecha de un golpe de calor, es fundamental actuar con rapidez:
- Llevar al niño a un lugar fresco y con sombra.
- Bajarle la temperatura corporal con paños fríos y húmedos (evitar el agua fría).
- Abanicarlo para aumentar la circulación de aire.
- Ofrecerle agua fresca para beber.f
- Buscar atención médica inmediata.
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