El llanto en los bebés suele ser momento de preocupación para los padres. Y es que ellos no saben como expresarse para decirnos qué tienen y qué es lo que les molesta. Si tu bebé llora sin razón, aquí te tenemos algunas posibles razones.
Es importante que siempre consultes con tu pediatra cualquier inquietud que tengas, pues aunque ya tengas varios hijos, cada uno es diferente y su crianza, igual. Recuerda que en caso de ser recien nacido, apenas está acostumbradose al mundo que lo rodea, por lo que puede llorar más que en otros meses.
El llanto nocturno en los bebés puede deberse a varias razones, y puede ser un desafío para los padres identificar la causa específica. Aquí hay algunas posibles razones por las cuales tu bebé podría estar llorando mucho por las noches:
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Razones por las que tu bebé llora en la noche
Hambre
El hambre es una de las razones más comunes por las que los bebés lloran, especialmente durante la noche. Asegúrate de que tu bebé esté bien alimentado antes de acostarse.
Pañal sucio
Un pañal sucio o incómodo puede causar molestias y hacer que el bebé llore. Verifica y cambia el pañal según sea necesario.
Cólicos
Los cólicos y los problemas gastrointestinales pueden causar dolor abdominal en los bebés. Estos problemas son comunes en los primeros meses de vida y pueden provocar llanto, especialmente por la noche. También, el bebé podría estar experimentando algún tipo de dolor o malestar, como el dolor de oído o una erupción en la piel.
Sueño interrumpido
Los bebés pueden despertarse fácilmente durante la noche debido a cambios en la temperatura, ruidos o luces. Asegúrate de que el entorno de sueño sea cómodo y tranquilo.
Necesidad de consuelo
Los bebés a menudo necesitan consuelo y contacto físico. Asegúrate de brindarle afecto y caricias si es necesario.
Inicio del sueño
Algunos bebés lloran cuando están tratando de conciliar el sueño. Puede ser útil establecer una rutina calmada antes de acostarse.
Molestias debido a la dentición
La dentición puede causar molestias y dolor en las encías, lo que podría hacer que el bebé llore más de lo habitual. Una enfermedad o infección, como un resfriado o una infección del oído, puede causar molestias y aumentar el llanto.
Si el llanto persiste y estás preocupado, es importante consultar con el pediatra. Los profesionales de la salud pueden proporcionar orientación específica basada en la salud y el desarrollo individual de tu bebé.